Decisiones en la vida. En el transcurso de nuestro crecimiento personal y moral, debemos de enfrentar alguna situación que nos obliga a tomar decisiones que delimitarán el camino a seguir en nuestro proceso de formación, que a la larga marcarán nuestra vida. Siendo este tipo de acciones completamente positivas, debido que nos incentivará a un crecimiento gradual que será reflejado en un proceso de maduración.
Pero aclaro; en el momento que se presenta podría no ser considerada la situación como positiva, debido a que generará afectación y molestia porque obliga a tomar consciencia sobre un cambio que es necesario- obligado asumir y además, que ya no se puede aplazar.
Ante los cambios en la vida, siempre se presentará cierta resistencia a los mismos; porque la persona, al verse obligado a modificar lo ya establecido deberá salir del círculo de comodidad que algunas ocasiones podrá ser reducido y por lo tanto limitado a una rutina que nos incapacitará para mejorar y ampliar nuestras capacidades tanto personales como sociales.
Al confrontar la obligación de cambiar se puede presentar mayor resistencia a la decisión y por consiguiente se postergará la misma; pero al posponer una decisión por una situación, esta última puede crecer a tal grado que podrá convertirse en un problema y ahora si, será mucho más complicado el poderlo resolver, debido a que la energía y recursos que se deben de emplear para tomar las respectivas decisiones que lograran arreglar o dar solución al problema deberán ser mucho más grandes y posiblemente más duras que las que se debieron invertir para resolver una situación.
Con respecto a lo anterior, presento esta afirmación:
“Al posponer una situación se generará una problemática que se pudo evitar”.
Pero me dirás “es muy fácil decirlo, pero hay cosas que no se pueden solucionar de la noche a la mañana, que cuestan mucho trabajo”, si estas en lo correcto; pero no por eso significa que no se deba asumir el cambio y la reestructuración ante lo que debo de enfrentar en la vida; porque todo tiene solución y respuesta, solamente que en muchas ocasiones el ser humano se limita a ver la situación y generar el problema; es decir, que al estar analizando y viendo los fragmentos de los hechos, le encontrará más y más detalles que serán en su momento más difíciles de resolver, convirtiendo poco a poco la situación a un problema complicado de solucionar; generando un malestar significativo en tu vida porque algo que en su momento se pudo solucionar de forma sencilla se convierte en una verdadera piedra en tu camino.
Pero no por eso se debe de dar solución con la primera respuesta que se tenga, debido a que para una situación se presentan más de cinco soluciones, siendo que la primera que se presenta será la más impulsiva y posiblemente la menos acertada, la segunda podrá ser derivada de la primera, siendo en parte impulsiva pero con cierto componente más racional; la tercera y cuarta solución derivarán de un proceso de pensamiento secundario de los efectos reactivos de las consecuencias previstas de haber tomado la primera y segunda solución, refiriéndome que estas últimas dos soluciones serán muy acertadas porque visualizarán diversos componentes que derivarán de posibles respuestas evidentemente previo análisis de las consecuencias.
Y quedando por último la quinta solución que podría ser la más acertada, porque será derivada de las cuatro soluciones anteriores, siendo esta la más analizada en la calidad de que tanto se podrá beneficiar con la misma.
Pero al presentar cinco posibles soluciones a una situación, no significa que ya esté arreglado, superado e integrado el hecho; se deberá de ejecutar la decisión de tomar la solución (decisión). Aquí es donde siempre antes de dar ese paso le solicito a la persona que piense lo bueno y malo de tomarla, así como lo bueno y malo del no tomarla; debido a que una sola decisión conlleva a 4 posibles consecuencias y si multiplicamos las posibles 5 soluciones previstas para una situación, tendremos al final 20 respuestas derivativas que nos delimitarán y marcarán en nuestro actuar y por consiguiente en nuestra vida.