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humberto Bautista Cáncer tratamiento
Cuando el paciente decide no tomar el tratamiento.

Sé bien que enfrentar la enfermedad tiene lo suyo; pero enfrentar el tratamiento y los efectos secundarios del mismo es otra cosa, porque me refiero a las secuelas físicas, psíquicas y sociales que se verán afectados- modificados. Muchos pacientes se cuestionan sobre el tratamiento y si vale la pena tomarlos; esta decisión es solamente de ellos, pero repercutirá de forma directa sobre los que se encuentran a su lado. 

Se esperaría que el paciente siempre acepte todo lo que medicamente se le propone para lograr su salud o para buscar una mejor calidad de vida cuando la enfermedad no se puede contrarrestar; pero esta decisión debe ser tomada conociendo todas las vertientes y posibles resultados derivados. En mi quehacer cotidiano innumerables pacientes me han presentado sus decisiones ante el tratamiento alópata, del porque lo toman y conjuntan con tratamientos complementarios;  también en contraparte muchos pacientes me han presentado del porque prefieren tratamientos alternativos en lugar de los tratamientos propuestos por el personal sanitario, en esas ocasiones, se le invita al paciente a pensar sobre su decisión, más nunca se realizará una coerción sobre la misma, sabiendo que en muchas ocasiones esa decisión atenta de forma directa sobre su vida y afecta a la de los demás (familia), pero aun así no se le obliga al paciente o refuta su decisión. Y en algunas ocasiones me he encontrado que el paciente rehúsa por completo todo tratamiento, generando así de igual forma un atentado de forma directa en su vida. 

Ante la negativa de los pacientes sobre el recibir tratamiento, el servicio sanitario nunca se toma a la ligera esa decisión, siempre se le permite tener un tiempo de reflexión sobre la calidad y profundidad en su decidir y las consecuencias del mismo; de primera instancia cuando se presenta la negativa, siempre será cuestionado el motivo de la misma y se notificará sobre el proceso que llevará la enfermedad y el avance de esta, así como la consecuencia a nivel personal- familiar, dándole al paciente una semana de tiempo para que analice su decisión y al pasar nos presente nuevamente una decisión. Si ésta continua en negativa, se valorarán 3 aspectos del paciente para hacer respetar y valer la misma.

Te preguntarás ¿Cuáles son? 

3 aspectos del paciente para hacer respetar y valer la misma.

  1. La primera y fundamental es que el paciente presente consciencia de su decisión; es decir que conozca las consecuencias que le llevarán el negar el tratamiento, el cómo evolucionará la enfermedad, el tipo de comorbilidad (limitaciones) y dolores que se generarán, así como el tipo de muerte que derivará y el tiempo promedio que le llevará llegar a esa fase de su vida. 
  1. La segunda y también importante es que el paciente no presente ninguna alteración a nivel mental; es decir, que se encuentre bien en sus facultades mentales, sin presentar alguna enfermedad mental, comportamental y que no esté presentando alteraciones en el estado psico-afectivo que generen o desemboquen en decisiones impulsivas o agresivas. Aquí es donde me argumenta la familia “que más impulsivo puede ser que renunciar a todo tratamiento” por eso se le da una semana de plazo al paciente para que se pueda “enfriar” la posible impulsividad que pueda contener la primera decisión, pero pasando esa semana, si continua con el mismo pensar; se explora sobre alguna alteración psico-afectiva que pueda derivar y/o afectar la decisión del paciente. Si aún así, no se encuentra alguna alteración latente en la estructura psíquica del paciente se da por aceptado el segundo criterio.
  1. El tercero y último es la edad del paciente, siempre y cuando sea mayor de edad y cumpla con los dos requisitos anteriores será respetada la decisión. Siendo el caso con pacientes adolescentes entre los 16 y 17 años; se deberá realizar una exploración sobre el nivel de maduración, edad mental y sobre su perfil de personalidad, cuando no presenta alteración alguna y una maduración acorde a su edad se podrá respetar su decisión a pesar de que los padres o tutores presenten otra decisión.

Ante estas tres áreas (Consciencia, Facultades Mentales, Edad) que debe de cubrir el paciente, el personal sanitario hará valer la decisión del mismo, aunque esta misma sea la negativa sobre el tratamiento propuesto.

Sobre esta decisión de no aceptar el tratamiento he escuchado muchas justificaciones, atribuciones, explicaciones que me sería muy difícil enumerar y presentar en este apartado (tema y contenido para otro libro), pero puedo asegurar que no es por cobardía o resignación, sino que en algunas ocasiones el paciente ha agotado todas las vías y acepta su proceso de vida como el proceso de muerte.

Si estás buscando acompañamiento psico-oncológico, estamos aquí para ayudarte. Ya seas paciente o familiar de alguien con cáncer, nuestro equipo está listo para brindarte el apoyo emocional y psicológico que necesitas. No enfrentes este camino solo; contáctanos en Humberto Bautista Academia y permítenos acompañarte en cada etapa del proceso.

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